Todo comenzó cuando en la ACCC decidieron trasladar el recorrido habitual del corso al Cristo. Para comodidad de los carros alegóricos, las comparsas y el público en general, se determinó que era mejor reducir el tamaño que tenían las rotondas de las Avenidas: Paragua, Mutualista, Alemana y Beni.
La idea parecía bien en su momento, considerando el carnaval (la fiesta grande de los cruceños), pero el problema se dio una vez llegó el momento del corso y las obras no estaban del todo listas.
En los siguientes días se decidió seguir con la idea de achicar las rotondas, con el argumento de que ocupaban mucho espacio y generaban un caos vehicular en la zona, cosa que tiene sentido si uno se pone a pensar. Lo malo es que se han tardado demasiado en terminar con el trabajo, lo que está generando mucho más embotellamiento en todas estas avenidas, y lo peor de todo es que ni siquiera se dieron la molestia de planificar bien cuales iban a ser las vías alternativas para transitar. Los vehículos se dan forma de buscar el camino que les parezca mas conveniente, sin importarles si la calle es apta para soportarlos, o si causan molestias a los transeúntes.
La Alcaldia deberia preocuparse mas sobre estos aspectos fundamentales que causan bastantes problemas a la poblacion. Si bien se exige que se construyan obras, éstas no tienen porqué afectar negativamente a la sociedad.
Hugo A. Viruez
Ing. Ambiental
Si bien es verdad que molesta la trancadera en especial en horas picos, hay que tomar en cuenta que se deben desaparecer las rotondas ya que el parque vehicular esta en aumento y la verdad no veo la relacion con el problema ambiental tal ves deviste enfocar mas a que el aumento del parque automotor tambien aumenta la emision de co2.
ResponderEliminarVeronica Vaca Padilla